Las vueltas que da la vida, ¿no?

¡Hola!. Soy Mónica, mamá de Milena (que ya cumplió 11) y de todo bicho que por alguna razón llega a casa. Esposa de mutuo acuerdo (pero sin papeles) de Fabián y Bióloga de profesión (aunque fuera de servicio).

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​Mi encantamiento por la fotografía empieza muchos años atrás, con los álbumes de los abuelos. A los 11 o 12 años leí mi primer curso de fotografía por correspondencia (que compraba para él mi padre).

La vida dió muchas vueltas: trabajé en el campo, pinté, cociné, fui parte de un emprendimiento familiar, hice encuestas, trabajo de imprenta, pero nunca dejé de tomar fotos o de sentirme fascinada por ellas.​

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Creo que el legado visual es la mejor herencia que podemos dejar a nuestros hijos. Yo me encargo de ese legado para mi familia, pero descubrí que también otras familias deseaban que guardara sus legados y fue ese el más lindo descubrimiento que he hecho.

​Saco fotos, fotos con alma les digo; porque en ellas pretendo que no sólo se vea cómo eran físicamente, sino quiénes eran realmente en un tiempo y lugar determinado las personas que me confían ese legado.​

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También doy clases a fotógrafos profesionales y amantes de la fotografía porque creo que el conocimiento que no se comparte, se pierde; porque aprendo a mi vez de cada alumno que pasa por una clase mía, porque es tremendamente enriquecedor intercambiar ideas con personas que tienen la misma pasión, y porque me gusta que me digan "profe".

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Gracias por pasar a ver y leerme. Doblemente gracias por alentar mi trabajo y contratarme para guardar tu legado.​​